Sentirnos fuertes y con defensas activas depende de varios factores, y la alimentación juega un papel fundamental. Incorporar ciertos nutrientes y alimentos a tu rutina diaria puede ayudar a tu sistema inmune a funcionar de manera óptima.
Vitaminas y minerales clave
Algunos nutrientes tienen un rol especialmente importante en la defensa de nuestro cuerpo:
Vitamina C: presente en cítricos, kiwi, pimientos y brócoli, contribuye a la producción de glóbulos blancos y fortalece las defensas. También podés incorporarla con suplementos, una opción práctica para asegurar su aporte diario, especialmente en épocas de mayor exigencia o cambios de estación.
Vitamina A: la encontramos en zanahorias, zapallo, batata y espinaca; ayuda a mantener las barreras naturales del cuerpo.
Zinc y selenio: esenciales para el funcionamiento de los glóbulos blancos, presentes en frutos secos, semillas y legumbres.
Alimentos que no pueden faltar
Frutas y verduras de colores variados, que aportan antioxidantes y vitaminas.
Frutos secos y semillas, ricos en grasas saludables, zinc y selenio.
Legumbres, fuente de proteínas y minerales que fortalecen el sistema inmune.
Ajo y jengibre, conocidos por sus propiedades antivirales y antiinflamatorias.
Alimentos fermentados, como yogures, kéfir y cocogurt, que ayudan a la salud intestinal, clave para un sistema inmune fuerte.
♥ Tips
✨ Incluí al menos una fruta y una verdura en cada comida.
✨ Sumá semillas y frutos secos a tus snacks o desayunos.
✨ Alterná fuentes de proteína vegetal e integrales.
✨ Hidratate bien: el agua es clave para transportar nutrientes y eliminar toxinas.
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