Se cree que la palabra desayuno se introdujo en la Revolución Industrial, cuando los trabajadores necesitaban ¨romper con el ayuno¨ de la noche y alimentarse desde temprano para poder soportar las largas jornadas en las fábricas.
Según los expertos, lo ideal es tomarlo una hora después de despertar y se dice que los que desayunan adecuadamente, tienen un mayor rendimiento físico e intelectual.
Por eso, desde hace más de un siglo, el desayuno es considerado una de las comidas más importantes del día. Pero lo que no se consideraba en el pasado era la calidad del desayuno.
Cuando hoy pensamos en alimentos para arrancar el día, se nos vienen a la mente las tostadas con mermelada y el café con leche, y con mucha suerte alguna fruta, ¿verdad?. Por nuestra cultura, por practicidad, por rapidez, y por ser lo que venimos consumiendo durante décadas.
Hoy sabemos que consumir esos alimentos todos los días no es la mejor opción, o la más saludable, ya que nuestro cuerpo necesita otros nutrientes para comenzar con toda la energía nuestro día.
Por eso te dejamos 4 tips de base que deben estar presentes, para que puedas armar tus desayunos de forma saludable.
Un buen desayuno debe incluir:
1. Panes y cereales integrales (como avena): que proporcionan a nuestro organismo fibra, que aportan energía, vitaminas y minerales para afrontar el día con fuerzas renovadas.
2. Lácteos (en caso de tolerarlos bien y estar de acuerdo con su consumo) o bebida vegetal: que nos aportan proteínas, calcio y vitaminas.
3. Frutas frescas (no jugos), Semillas y Frutos Secos: que proporcionan agua, vitaminas, minerales y fibra.
4. Alimentos proteínicos: como huevos, que aportan proteínas, vitaminas y minerales.
Esperamos que con éstos tips fáciles puedas realizar un desayuno delicioso y nutritivo!
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